El reto de profesionalizar, cada vez más, la atención de niños, niñas, jóvenes y adolescentes

En Colombia, cerca del 30% del total de la población son niños y adolescentes con edades entre 0 y 19 años. Este grupo de la sociedad representa, en gran medida, el capital humano del que dependerá el desarrollo del país en el futuro a mediano y largo plazo.

Se requiere indiscutiblemente formar a los niños, niñas y adolescentes, para que construyan vidas saludables y bien encaminadas que sean parte fundamental del crecimiento sostenible que necesita el país, y para ello tienen que abrirse oportunidades desde el compromiso del estado y el apoyo del sector privado.

Las generaciones actuales, y las que vienen, gozan de una gran facilidad para la tecnología, la conectividad y el relacionamiento, lo que converge en: gran alcance social, oportunidad de generar cambios colectivos, incentivar más fácilmente políticas sociales y de involucrarse en procesos de toma de decisiones; todo gracias a la posición única del acceso inmediato a la información y a personas de diversos orígenes y países.

Pero la base de la juventud colombiana está en atender hoy sus necesidades, teniendo en cuenta los múltiples problemas que vivimos a diario, como la desnutrición, el embarazo adolescente, la violencia intrafamiliar o el conflicto armado, “según la Coalición contra la vinculación de niños, niñas y jóvenes al conflicto armado en Colombia (Coalico), reporta que al menos 23.365 niños, niñas y adolescentes se vieron afectados en 2021”.

Cómo lo menciona un artículo publicado por UNICEF “el compromiso con esta población incluye cuatro grandes retos: abogar y brindar apoyo al Gobierno Nacional para que obtenga las condiciones necesarias para la superación de la pobreza; ser incluida en sistemas educativos de calidad; recibir protección contra la violencia y el trabajo infantil; y ser empoderados a través de espacios de participación donde su voz se escuche y sea tenida en cuenta”.

Y es que son las acciones concretas las que pueden generar cambios contundentes que les permitan a los jóvenes mejorar su calidad de vida y que puedan tener acceso a educación y a verdaderas oportunidades de crecimiento.

Es así que la Corporación universitaria Iberoamericana, es la única institución que otorga el título de posgrado como “Especialista en Desarrollo Integral de la Infancia y la Adolescencia”, consiente de la necesidad de encontrar personal idóneo y bien capacitado en esta área que pueda desempeñar tareas de intervención social, esquemas de trabajo diferencial, procesos para primera infancia y fortalecimiento de entornos.

Bajo la asesoría de expertos psicólogos, trabajadores sociales, abogados y pedagogos, los profesionales que eligen esta especialización, desarrollarán competencias para dar respuestas a las problemáticas de la infancia y la adolescencia a nivel local, regional, nacional e internacional.

La formación Ibero está enmarcada dentro de la Ley 1295 de 2009 por la cual se reglamenta la atención integral de los "niños y las niñas” de la primera infancia de sectores clasificados como 1, 2 y 3 del Sisbén.

Es momento de construir un mejor futuro sembrando desde ahora las bases de una sociedad con mayores oportunidades y mejor calidad de vida, para ello, la educación tiene en todo momento un papel importante por desempeñar. La reflexión colectiva debe dirigirse a la población de infancia y adolescencia si espera recoger frutos en los próximos años.

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